Insecticida Kurafos x 1L

Laboratorio: Gleba

Descripción

¿QUÉ CONTROLA?

INSECTOS RASTREROS Y VOLADORES. Es un insecticida de amplio espectro con gran eficacia sobre diversas especies de insectos rastreros y/o voladores. Ideal para control de cucarachas, chinche de cama, hormigas, termitas, pulgas, alacranes/escorpiones, arañas, gorgojos, carcomas, polillas, mosquitos, jejenes, etc.

ASPECTOS RELEVANTES

KURAFOS® posee Pirimifos Metil en su composición, ingrediente activo perteneciente a la familia de los órganos fosforados. Esta molécula ejerce su efecto afectando directamente al sistema nervioso por inhibición de la colinesterasa. Posee gran poder insecticida y muy buena residualidad, actuando directamente por contacto, ingestión o por vía respiratoria de los insectos plaga (gasificación/acción fumigante).

DOSIS DE USO

Insectos rastreros: 50 a 100 ml cada 5 litros de agua (para 100m2).
Insectos voladores: 40 a 50 ml cada 5 litros de agua (para 100 m2).
Arácnidos: 50 a 100 ml cada 5 litros de agua (para 100 m2).

¿DÓNDE SE APLICA?

Puede utilizarse en aplicaciones de interior o exterior. Su uso es factible en viviendas, oficinas, comercios, transportes públicos, industrias en general, naves de almacenamiento de alimentos, áreas destinadas a recreación, espacios verdes deportivos, perímetros domiciliarios e industriales, leñeras, etc.

BUEN USO

Agregue KURAFOS® según dosis recomendadas. Agite levemente hasta lograr una emulsión estable y homogénea. Puede aplicarse utilizando pulverizador de mano, cilindro o mochila de compresión manual, moto mochila, equipos eléctricos, termonebulizadores, equipos portátiles o montados de ultra bajo volumen. Para los tratamientos superficiales, dirigir las aplicaciones uniformemente sobre las superficies infestadas o áreas a proteger como paredes, pisos, techos, rejillas, zócalos, cañerías y lugares que sirven como refugio a las plagas. Para el control de insectos vectores de enfermedades como el dengue o paludismo, aplicar en las viviendas urbanas o rurales, aguas estancadas y demás lugares donde se refugian las plagas. Las dosis más altas se usan en caso de fuertes infestaciones.
El uso correcto del formulado, las precauciones necesarias durante la manipulación y
aplicación del insecticida, y la utilización de elementos de protección personales (máscara de filtros, protectores oculares, guantes, mameluco, etc.) garantizan un bajo riesgo toxicológico y menor impacto ambiental.